A lo largo de la historia, las bacterias han sido consideradas como una entidad con connotaciones negativas. Esto puede deberse a causa de su asociación con muchas enfermedades humanas y animales. Sin embargo, la mayoría de las bacterias son imprescindibles para la vida sobre la Tierra. Las bacterias fueron los primeros organismos en habitar este planeta. Están presentes en nuestra vida cotidiana y son una fuente inagotable de recursos.
Como investigadores creemos que la educación científica es imprescindible para el desarrollo del niño. Queremos fomentar la apropiación de conocimiento, la experimentación y la curiosidad por estos organismos tan importantes y tan relegados.
Esta historieta surge por iniciativa de jóvenes investigadores de la División Ciencias Microbiológicas del Instituto de Investigaciones Biológicas Clemente Estable.
Contamos con la financiación de la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII). Alejandro y Nicolás, de Bandas Educativas, han tenido la titánica tarea de darle forma al contenido científico que queríamos transmitir.
Esta historieta pretende ser una instancia divertida de acercamiento al mundo microscópico que nos rodea. Cuenta la historia de dos bacterias, Coco y Fran, que emprenden un viaje de aventuras. ¿Su objetivo? salvar a Ciudad Bacteria de un cataclismo inminente que promete terminar con todos sus habitantes. En este viaje, los protagonistas conocen a muchas bacterias con las que los humanos convivimos día a día. Bacterias cuya existencia o importancia muchas veces desconocemos. Esta historieta intenta eliminar el concepto de que todas las bacterias son malas, sin desconocer aquellas que sí lo son. Los encuentros de Coco y Fran con bacterias del suelo, del agua y de nuestro cuerpo, permiten conocer una pequeña parte de la gran diversidad de bacterias que nos rodea.
El uso de la historieta como recurso educativo implica ciertas libertades que se alejan de la realidad, pero que sin ellas el recurso carecería del efecto deseado. Las bacterias no tienen ojos, no hablan, no van a la escuela, no viven en una ciudad con calles y museos… Sin embargo, queremos resaltar la rigurosidad del contenido científico y que se buscaron las mejores estrategias para transmitir este conocimiento.
Esperamos que todos disfruten de esta historia tanto como todos nosotros, investigadores y dibujantes, disfrutamos creándola para ustedes.
¡Que empiece el viaje!